Prevención

Factor hereditario. No se considera que el cáncer de laringe sea hereditario pero el 21,3% de las personas que lo padecen tenía antecedentes familiares. Por tanto, en el caso de que algún familiar haya tenido este tipo de cáncer, se deben poner en marcha medidas de detección precoz.

Controlar el reflujo gastroesofágico es esencial para prevenir este tipo de tumor. La pepsina que contiene el jugo gástrico produce una inflamación crónica de la laringe que puede predisponer al desarrollo del cáncer cuando se suma a otro factor desencadenante.

Mantener las defensas en forma. Las situaciones de inmunodepresión en cualquier tipo de pacientes, incluidos los enfermos de SIDA, pueden desembocar en el desarrollo de tumores. Por eso es importante mantener un estilo de vida saludable con una dieta adecuada y la práctica constante de ejercicio para ayudar a las defensas.

Dejar de fumar. El tabaco es una causa clara de cáncer de laringe.

Reducir el consumo de alcohol. El cáncer de laringe se da en mayor medida en las personas que beben de forma habitual. En concreto, el 88% de los pacientes con este tumor eran bebedores habituales. Además este factor actúa de forma sinérgica con el tabaco por lo que si se suman los dos hábitos las posibilidades de desarrollar este tumor aumentan.

Evitar los factores ambientales que predisponen a padecer este tipo de cáncer. Por ejemplo la contaminación ambiental está estrechamente relacionada con la aparición de cáncer de laringe por diversos estudios. Los hidrocarburos, las nitrosaminas, el ácido sulfúrico o el asbesto son sustancias potencialmente cancerígenas que deben evitarse en la medida de lo posible. El polvo de la madera y las sustancias químicas que se emplean para tratarla también son factores desencadenantes de cáncer de laringe por lo que los trabajadores de esta área deben conocer su riesgo y reducir al mínimo el contacto con estos agentes.

Cuidar la voz. Las laringitis crónicas provocadas por un mal uso del aparato fonador pueden dar lugar a problemas más graves como lesiones precancerosas que pueden desembocar en cáncer. Por este motivo, es esencial que las personas que necesitan usar continuamente la voz para desarrollar su trabajo, hagan un uso adecuado de ella.