A principios de año, antes del verano o en cualquier época del año nos proponemos cuidar nuestro cuerpo, manteniendo una dieta equilibrada y haciendo ejercicio, pero en ocasiones esto es difícil de cumplir. Teniendo en cuenta que dar el primer paso para lograr este estilo de vida es importante, para conseguirlo nos hace falta un poco más de fuerza de voluntad. A continuación os vamos a dar unas indicaciones para superar los obstáculos del día a día y lograr obtener el objetivo marcado.

1. Ir poco a poco.

Debéis ser realistas con vuestras habilidades. Al empezar a hacer ejercicio os sentiréis enseguida agotados por la falta de costumbre, no os debéis desanimar por ello, poco a poco aguantaréis mejor.

Si no habéis hecho ejercicio en mucho tiempo debéis empezar con un objetivo manejable, como por ejemplo 20 minutos caminando o yoga dos veces a la semana. Cuando vuestro cuerpo esté listo para más lo notaréis, necesitaréis más o menos un par de semanas, entonces podéis aumentar el tiempo y la frecuencia del ejercicio elegido. 

2. Mantener un registro de actividad

Sin duda, la falta de tiempo es la principal razón por la que cuesta seguir haciendo ejercicio. Sin embargo, siempre tenemos más tiempo de lo que pensamos, sobre todo tiempo para actividades sedentarias como leer, ver la televisión o navegar por internet. Durante dos semanas debéis hacer un registro de esas actividades en las cuales estáis sentados sin hacer ejercicio. Entonces debéis intentar introducir una actividad física. Es muy sencillo, mientras veis la televisión podéis hacer unas flexiones y si estáis navegando con el ordenador podéis hacer unos estiramientos con las piernas. Además existen muchos aparatos en el mercado para usar en casa, por ejemplo una bicicleta estática, podéis hacer unos quilómetros mientras veis vuestra serie de televisión favorita.

3. Prepararse para el hambre después del ejercicio

El ejercicio puede aumentar el metabolismo durante unas horas, pero la quema de más calorías puede aumentar el apetito. Para evitar los atracones después de hacer ejercicio (y comer las calorías que acabáis de quemar), debéis intentar que la actividad física esté programada para finalizar una hora antes de una comida. Otra opción, tomar una barrita energética después de la actividad física, para así calmar el hambre hasta la próxima comida.

4. Estar alerta de las recaídas

Muchos nuevos deportistas abandonan en los primeros meses, por ello es fundamental el apoyo de los que os rodean. Si estáis realizando cualquier actividad física, intentad hacerla en grupo, por ejemplo si vais a correr podéis crear un grupo de amigos o conocidos para correr todos juntos. El día que uno de vosotros se desanime y pretenda abandonar, los demás le darán su apoyo para que eso no suceda.

5. Tomar descansos

No os preocupéis si un día estás tan agotado o estás enfermo y no puedes seguir vuestro plan de actividad física. No perderéis la costumbre de realizar actividad física por estos días perdidos. Pero en cuanto estéis bien debéis volver a vuestro plan.

6. Comer y después, levantarse y moverse

Una cita, una comida familiar o una comida de negocios, no dejéis que esto estropee vuestro plan para cuidar vuestro cuerpo. Es obvio que después de un atracón de comida el ejercicio que realicéis simplemente servirá para perder el peso que habéis ganado en esta comida. Así que lo mejor después de estas comidas es ir a dar una larga caminata o ir a bailar.

7. No aburrirse

Si una actividad física os aburre o no os gusta, no la hagáis. Si disfrutáis practicando ejercicio os encantará, simplemente debéis ir probando actividades hasta encontrar la adecuada. Y si aún así os aburrís podéis probar con ponerle música o la televisión, será más ameno.