El 60% de los fumadores sufre problemas de erección
Los fumadores tienen una menor concentración de espermatozoides, sobre todo aquellos que consumen más de 20 cigarrillos al día, por lo que también es frecuente que presenten alteraciones en la fertilidad.
En la mayoría de los casos bastaría con dejar de fumar para recuperar la función reproductiva. La inmensa mayoría de los varones desconoce hasta qué punto el tabaco puede comprometer su vida sexual. Se estima que más del 60% de los fumadores acaba sufriendo disfunción eréctil y que entre un 30-40% tiene problemas de fertilidad.
“El tabaco constituye un grave problema de salud pública del que la población no es del todo consciente. Generalmente el que ha fumado muchos años tiene cambios en el sistema cardiovascular que son irreversibles y que afectan también a su función sexual.
La producción de espermatozoides también se deteriora con el hábito de fumar. Por este motivo es muy importante que el varón tome conciencia de su situación y que consulte al urólogo a fin de descartar cualquier posible complicación”.
La nicotina está directamente relacionada con la incapacidad del varón para tener una erección y con el aumento del riesgo cardiovascular. Esta sustancia actúa como vasoconstrictor, disminuyendo el flujo sanguíneo hacia el pene.
“Pero al mismo tiempo, el tabaco incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, al mismo nivel que otros factores como la hipertensión, la diabetes o el colesterol”.
En cuanto a los problemas de fertilidad, como afirma el doctor Moncada, “los fumadores tienen una concentración menor de espermatozoides, sobre todo aquellos que consumen más de 20 cigarrillos al día”.
Tabaco y cáncer urológico
El cambio en los hábitos de vida, como son la mala alimentación y el sedentarismo, unido al tabaquismo, han aumentado significativamente la incidencia del cáncer de riñón y de vejiga.
El tabaco incrementa un 35% el riesgo de desarrollar un tumor renal y es la causa principal en el 80% de los tumores de vejiga. El peligro aumenta cuanto mayor es el número de años fumando y de cigarrillos consumidos.
“La relación entre tabaco y cáncer es muy clara en el tumor de vejiga ya que, al ser un órgano de almacenamiento, las sustancias cancerígenas derivadas del tabaco permanecen más tiempo en contacto con esta zona hasta que se expulsan a través de la orina.
Fumar alrededor de dos paquetes de tabaco durante más de 20 años supone un riesgo altísimo de sufrir esta enfermedad”.
Se trata del cuarto cáncer más común en el varón y del tumor urológico más frecuente detrás del de próstata, además de ser el que más consultas e ingresos hospitalarios motiva, consumiendo más recursos económicos que otros mucho más frecuentes como son el de próstata y el de mama.
El cáncer de vejiga tiene una incidencia muy elevada en los países occidentales y, concretamente España se encuentra entre el grupo de cabeza en cuanto al número de nuevos casos al año.
“Es muy importante”, “tener en cuenta los riesgos del tabaquismo pasivo. En el caso del cáncer de vejiga también es frecuente diagnosticar este tumor en personas que no fuman pero que están expuestas al humo del tabaco, como es el caso de los camareros o las parejas de grandes fumadores”.
En cuanto al cáncer de próstata, “estudios epidemiológicos recientes demuestran una mayor incidencia y peor pronóstico en varones fumadores que en los que no tenían ese hábito.
En tumores tan prevalentes como son el de vejiga y el de próstata, en los que se ha encontrado una relación clara con el tabaco.
Las medidas adoptadas desde la Administración encaminadas a disminuir este hábito ofrecerían unas ventajas sociales indudables a largo plazo al disminuir su incidencia con la reducción de los costes sanitarios asociados”.