La incidencia de infartos es mayor en ancianos
Los infartos son tres veces más frecuentes en los ancianos, especialmente en los mayores de 80 años, según muestran los resultados del estudio EPICARDIAN.
Se trata de un trabajo prospectivo de población desarrollado por investigadores de la Red Española de Enfermedades Cardiovasculares (RECAVA) y coordinado por el jefe de la Unidad de Epidemiología del Departamento de Investigación del Hospital La Paz de Madrid, el doctor Rafael Gabriel, según informó hoy en un comunicado la entidad.
Entre los resultados obtenidos, que han sido publicados en la ‘Revista Española de Cardiología’, destaca que la incidencia de infarto es de nueve casos por mil habitantes por año en los ancianos, casi tres veces más que en las personas de mediana edad. Además, el trabajo demuestra que a partir de los 65 años se reduce la diferencia de riesgo cardiovascular entre hombres y mujeres, y que a partir de los 80 años el riesgo es seis veces mayor que a los 65 años.
El doctor Gabriel señaló que "hasta ahora los ancianos y las mujeres estaban infrarrepresentados en los ensayos clínicos, porque las compañías farmacéuticas tienen principal interés en adultos de mediana edad, a pesar de que la principal carga de la enfermedad cardiovascular se produce en ancianos, debido al envejecimiento de la población por una mayor expectativa de vida".
La mitad de los 3.750 ancianos que participaron en el estudio estaban casados, el 30 por ciento eran viudos, un 17 por ciento solteros y un tres por ciento divorciados. Con estos datos se ha querido analizar el hecho de que la mitad de los ancianos viven solos (sobre todo las mujeres) , por lo que los expertos consideran la soledad un factor de riesgo de depresión y ésta a su vez de cardiopatía isquémica. Además, muchas veces sucesos vitales como el enviudar hacen que en los ancianos se precipite un acontecimiento cardiovascular agudo.
Asimismo, el estudio desvela que factores de riesgo clásicos como el colesterol y el tabaquismo pierden peso a partir de los 75 años como desencadenantes de estas patologías.
En este sentido, el doctor Gabriel apuntó que "el colesterol y el tabaco tienen un comportamiento competitivo, es decir, los que tienen el colesterol más elevado y los fumadores tienen enfermedad y muerte cardiovascular más precoz que los no fumadores". "Por eso a partir de los 70 años sobreviven fundamentalmente los libres de estos factores de riesgo, y en el caso del tabaco, además, porque a partir de la jubilación muchos hombres dejan de fumar", añadió.