Una de cada ocho muertos vinculados al tabaco es fumador pasivo
El tabaquismo pasivo causa 600.000 muertes prematuras por año, y, según el Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la ‘Epidemia Mundial de Tabaquismo 2009’, el humo de tabaco ajeno o tabaquismo pasivo es responsable de una de cada ocho muertes relacionadas con el tabaco.
Según los datos de la OMS, el consumo de tabaco mata a más de cinco millones de personas cada año, es decir más que el VIH/sida, la tuberculosis y el paludismo juntos. De continuar la tendencia actual, el consumo de tabaco podría cobrarse la vida de más de ocho millones de personas por año en 2030.
Este año el informe, que se centra en los ambientes sin humo, denuncia la falta de ambientes totalmente libres de humo de tabaco y recuerda que es "la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo".
Entre otros datos, advierte de que el 94 por ciento de las personas no están protegidas por las leyes sobre entornos sin tabaco. No obstante, en 2008 el número de personas protegidas contra el tabaquismo pasivo por esas leyes aumentó un 74 por ciento, pasando de 208 millones en 2007 a 362 millones en ese año.
Además, el 10 por ciento de los costos económicos relacionados con el consumo de tabaco se atribuyen al tabaquismo pasivo. Según la OMS estos costes son directos a la sociedad, como los asociados con el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco, así como indirectos, como los asociados con la disminución de la productividad o la pérdida de salarios por causa de muerte o enfermedad.
En cuanto a sus consecuencias sobre la salud, recuerda que en los adultos el tabaquismo pasivo causa graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, por ejemplo cardiopatía coronaria y cáncer de pulmón. En los lactantes provoca la muerte súbita y en las mujeres embarazadas es causa de insuficiencia ponderal del recién nacido.
Sin embargo, pese a sus efectos nocivos, el informe destaca que cerca del 40 por ciento de los niños están regularmente expuestos al humo ajeno en el hogar y, al menos, el 31 por ciento de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo corresponde a niños.
Así, explica que todo el mundo está expuesto a los efectos nocivos del tabaco, y, por tanto, "crear ambientes totalmente libres de humo de tabaco es la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo".
En este sentido, señala que las zonas de fumadores separadas o ventiladas no protegen a los no fumadores contra la inhalación de humo ajeno. "El humo ambiental puede propagarse de una zona de fumadores a una de no fumadores, incluso si las puertas entre ambas están cerradas y existen dispositivos de ventilación. Sólo un ambiente totalmente libre de humo constituye una protección efectiva", afirma el informe.