Bronceado Protección eficaz
Mantenerse alejado de la exposición al sol es la única respuesta lógica ¿Pero quién quiere vivir como un ermitaño? La clave es disfrutar del sol con sentido común, encontrando un balance entre la protección solar y las actividades veraniegas como el volleyball en la playa y la natación.
Los protectores o bloqueadores solares que crean una barrera contra los rayos dañinos del sol, son una de tus mejores defensas para combatir los daños ocasionados por el sol debido a que te protegen sin interferir con tu comodidad y tu nivel de actividades.
El índice de protección solar SPF en una loción indica el nivel de protección que otorga. Los protectores solares con un índice superior de SPF confieren una mayor defensa en contra de los dañinos rayos UV.
A continuación damos algunos consejos para disfrutar las actividades al aire libre que protegerán tu piel y a tus ojos del daño solar.
Aplica sobre tu piel protección solar con un índice del 15 cada día, incluso en los días nublados o cuando no planees permanecer mucho tiempo al aire libre.
Utilizar protección solar diariamente es esencial porque un 80 por ciento de la exposición al sol es incidental — cuando caminas a tu mascota o cuando vas a al almorzar al aire libre.
Si no quieres aplicar una loción solar directamente, intenta una crema hidratante con protección solar incluida y asegúrate de aplicar la cantidad suficiente.
Utiliza una loción de protección solar de amplio espectro que bloquee ambos, los rayos UVA y UVB. Idealmente debería ser hipoalergénica y no generar comedones para que no ocasione alergias u obstruya tus poros ocasionando acné.
Aplica la loción solar frecuentemente y en una capa gruesa. Si no estás seguro sobre si has puesto la cantidad suficiente, cambia a otra con un índice superior de SPF. Independientemente del SPF, recuerda siempre aplicarla de nuevo después de un par de horas.
La mayor parte de los protectores solares de amplio espectro son más efectivos al bloquear los rayos UVB que los rayos UVA. Esto significa que aunque no te quemas con el sol, los rayos UVA podrían continuar ejerciendo un daño sobre tu piel.
Vuelve a aplicar tu loción solar cada 2 a 3 horas y además cada vez después de nadar o sudar. Cuando estés expuesto(a) directamente al sol, utiliza una protección solar con un índice superior como SPF 30. Cuando practiques deporte, utiliza una loción solar que sea a prueba de agua y de sudor.
Descansa con frecuencia. Los rayos solares tienen su mayor fuerza de 10 de la mañana a 4 de la tarde. Durante estas horas, haz pequeños descansos para estar adentro y refrescarte o permanece en la sombra antes de volver a salir de nuevo.
Utiliza un sombrero con ala y gafas de sol que proporcionen lo mas aproximado al 100 por ciento de protección contra los rayos ultravioleta posible.
Probablemente sepas que el agua es un reflector de radiación UV— pero también lo es la nieve. Esquiar en nieve y otras actividades deportivas de invierno tienen un riesgo significativo de producir quemaduras de sol. Por ello, utiliza protección solar antes de dirigirte a la sierra.
Ciertos medicamentos, como los antibióticos utilizados para tratar el acné y las píldoras anticonceptivas, pueden incrementar tu sensibilidad al sol. Pregunta a tu doctor si tu medicamento puede tener este efecto y lo que debes hacer.
Evita aceleradores del bronceado o píldoras para broncear que dicen acelerar la producción de melanina del cuerpo y oscurecer la piel. No existe prueba de que estos productos funcionen y su indicación como bronceadores no están aprobados por las autoridades sanitarias.