Delirium tremens Diagnóstico
El diagnóstico del delirium tremens es eminentemente clínico y necesita atención médica, ya que en la práctica representa un síntoma de complicación de la enfermedad subyacente y no un problema en sí mismo. Por lo general los síntomas varían agravándose por la tarde/noche por lo que a menudo el médico no es testigo de las alteraciones mentales o de conducta del paciente.
La evaluación clínica debe incluir un examen físico y mental así como pruebas básicas de laboratorio. En el examen físico se revisan antecedentes médicos y psiquiátricos, la medicación utilizada (tipo, dosis, tiempo y relación con los cambios conductuales) así como un examen neurológico para eliminar otras afecciones como status epiléptico no convulsivo, signos vitales y hoja de anestesia si procede.
Entre los test de laboratorio que se pueden realizar están los siguientes: Glicemia, electrolitos en sangre y orina, albuminemia, nitrógeno, creatininemia, pruebas hepáticas, magnesemia, hemograma completo y virus del herpes simple; también se recomienda practicar un electroencefalograma, radiografía de tórax, gases arteriales y saturación de oxígeno, y analítica completa de orina.
El delirium tremens es una urgencia médica.