Existen diversos factores que predisponen a la obesidad, pero los trastornos metabólicos son la principal causa. El organismo no quema el exceso de calorías, lo que favorece la concentración de grasa en el cuerpo. A esto contribuye el hecho de comer demasiado, en especial alimentos muy grasos, y el desorden en las comidas.

Además la proliferación de la «comida rápida» ha eliminado de la dieta las frutas, las legumbres y las verduras frescas, lo que combinado con el sedentarismo, cada vez más generalizado en la sociedad actual, favorece el sobrepeso y empeora la calidad de vida de las personas. Otro factor a tener en cuenta es el genético: en los últimos tiempos se ha involucrado la presencia de una hormona llamada leptina que jugaría un papel importante como causa del sobrepeso.

Es sintetizada por la grasa e informa al cerebro produciendo una disminución de la ingesta. Por tanto, si hay una falta de sensibilidad de los receptores del cerebro a esta hormona, la ingesta de alimentos en lugar de detenerse continuaría.