Pancreatitis Diagnóstico
La exploración física va a evidenciar un dolor a la palpación en la región superior del abdomen, distensión del abdomen, ruidos intestinales disminuidos y, en ocasiones hematomas en ambos lados del abdomen o alrededor del ombligo, lo cual suele indicar mal pronóstico.
En la analítica podremos encontrar alteraciones inespecíficas como aumento de los glóbulos blancos, especialmente los neutrónicos, anemia, calcio bajo, aumento de las enzimas hepáticas (transaminasas), y de la bilirrubina, e incluso aumento del azúcar en sangre. Sin embargo va a ser necesaria la determinación de moléculas más específicas como las enzimas del páncreas que aparecen típicamente aumentadas en sangre como son la amilasa, la lipasa y otras menos frecuentes como la tripsina sérica.
La radiografía de tórax y de abdomen nos va a servir para descartar otras causas de dolor abdominal y pueden aportarnos información acerca de la existencia de perforación o de obstrucción intestinal, así como de derrame pleural frecuente en la pancreatitis aguda. En el caso de pancreatitis crónica pueden visualizarse a veces calcificaciones en la región del páncreas.
La ecografía puede ser útil para el diagnóstico aunque hay porciones del páncreas de peor visualización respecto a otras técnicas. No obstante puede aportarnos información sobre la posible causa mediante la detección de cálculos biliares.
El TC de abdomen (scanner) visualiza mejor todo el páncreas de forma que podremos ver las alteraciones morfológicas típicas de la pancreatitis además aportarnos una valoración pronostica si la realizamos con contraste. En general no suele ser necesario recurrir a esta prueba a menos que se evidencien factores de gravedad.
La colangiopancreatografía retrograda endoscópica (CPRE) puede ser útil para valorar la vía biliar y pancreática, especialmente en el caso de pancreatitis crónica, así como para extraer algún cálculo que esté enclavado en dicha localización.
Otras pruebas, especialmente en el caso de la pancreatitis crónica, van a ir destinadas a demostrar la presencia de mala digestión y malnutrición, mediante estudio de grasas en heces, valores nutricionales y demostración del un aumento en el tripsinógeno sérico en la analítica, entre otros.