Quiste de Baker Diagnóstico
Durante un examen físico, el médico busca una masa suave en la parte posterior de la rodilla. Si el quiste es pequeño, se compara la rodilla afectada con la rodilla sana. Puede haber limitación de movimientos por el dolor o por el tamaño del quiste. En algunos casos habrá signos y síntomas de un desgarro de menisco.
Se puede utilizar la transiluminación que demuestre que la masa está llena de líquido.
Si la masa muestra cualquier signo anómalo, como crecimiento rápido, dolor nocturno, dolor intenso o fiebre, se deben descartar tumores no quísticos que pueden crecer en la parte posterior de la rodilla.
Las radiografías no mostrarán el quiste ni la ruptura de meniscos, pero revelarán otras anomalías que puedan estar presentes, como la artritis.
Una imagen de resonancia magnética es eficaz para visualizar el quiste y mostrar cualquier lesión de menisco.
Un quiste de Baker se puede diagnosticar con un examen físico. Sin embargo, debido a que algunos de los signos y síntomas de un quiste de Baker son similares a los de condiciones más graves, como un coágulo de sangre o un tumor, el médico puede pedir pruebas de imagen no invasivas, como:
- Ultrasonido
- Imágenes por resonancia magnética