Tabaquismo
Proceso complejo en el que influyen factores psicológicos, farmacológicos y sociales. Se trata de un hábito de fuerte arraigo que llega a formar parte de la identidad de las personas fumadoras y, por tanto, no resulta fácil de modificar. Pero además de hábito, el tabaquismo es una forma de drogodependencia.
La nicotina, principio activo del tabaco, es una droga adictiva y, como tal, tiene las características de otras drogas: tolerancia, dependencia farmacológica y psicológica y síndrome de abstinencia.La nicotina se distribuye rápidamente en la sangre y en los tejidos y tiene inmediatos efectos sobre el sistema nervioso central.
Además, actúa sobre el sistema cardiovascular y sobre el sistema gastrointestinal. Por su parte, el síndrome de abstinencia puede producir síntomas como nerviosismo, irritabilidad, agresividad, cansancio, ansiedad, vértigos, dificultad de concentración, trastornos del sueño y alteraciones del apetito.
La mayoría de estos síntomas se manifiestan con mayor intensidad entre las veinticuatro y las cuarenta y ocho horas después de dejar de fumar y van disminuyendo, paulatinamente, en las semanas siguientes.
Más de 46.000 personas mueren en España cada año por problemas relacionados con el consumo de tabaco. Actualmente, se atribuyen al tabaquismo el 30% de las muertes por todos los cánceres, el 85% de las producidas por cáncer de pulmón, el 35% de las causadas por cardiopatía isquémica y el 90% de las producidas por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Un cigarrillo encendido produce dos tipos de corrientes: una primaria, que pasa al interior del fumador activo cada vez que este da una "calada"; y una corriente secundaria, formada por el humo que escapa del cigarrillo, que afecta también a personas no fumadoras que conviven con fumadores.
Tanto en una como en otra corriente, se han descrito más de cuatro mil quinientos componentes tóxicos, de los cuales, al menos cincuenta, han demostrado ser carcinógenos.
Monografías Farmacéuticas nº2 : "Deshabituación del tabaco desde la farmacia"
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza
Introducción
En 1492, los españoles observaron que los americanos se llevaban a la boca un “tizón o canuto” encendido del que “bebían humo” y que, según cuentan, llamaban tabaco. Fue uno de los primeros presentes con que Colón fue obsequiado. Se introdujo rápidamente en Europa donde empezó a consumirse en forma de polvo aspirado por la nariz.
Se usó como medicamento desde el siglo XIV hasta el XIX por sus “maravillosas virtudes medicinales” que lo hacían útil en enfermedades tan variadas como la gota, el asma, los sabañones, las heridas venenosas y algunas parasitosis (lombrices).
Según la OMS, el consumo de tabaco se cobra actualmente 4 millones de vidas al año, cifra que se convertirá en 10 millones en el 2030. Hasta entonces este hábito será la causa principal de morbilidad en el mundo y la primera evitable en los países desarrollados, y ocasionará una de cada diez defunciones, siendo en países en desarrollo el 70%.
Informes recientes consideran que el hábito ocasionará 450 millones de muertes en los próximos cincuenta años y de seguir así podrán esperarse cerca de mil millones de fallecimientos durante el siglo XXI frente a cien millones que se produjeron en el siglo XX.
Actualmente el 20% de la población mundial consume productos derivados del tabaco, por lo que el tabaquismo tiene en estos momentos carácter de epidemia. Más del 85% de los fumadores empiezan a fumar antes de los 21 años y el 10% antes de los 13 años (en una proporción mayor las chicas) lo que induce a pensar que dentro de una década el cáncer de pulmón será uno de los cánceres de mayor prevalencia en la mujer.
En España una de cada tres personas fuma. Se estima que el tabaquismo reduce una media de 22 años la esperanza de vida de una persona, y que es el responsable del 40% de muertes prematuras acaecidas entre los hombres con edades comprendidas entre 35-70 años y el 15% en las mujeres. En mayores de 70 años el porcentaje de muertes es superior al 20%.
Cada año mueren en nuestro país 50.000 españoles, este número es más del doble del producido conjuntamente por el SIDA, los accidentes de tráfico y las drogas.
Fumar es una adicción. El organismo se acostumbra a disponer de nicotina en la sangre y requiere una nueva aportación cada vez que disminuye su concentración.
Cuando se quiera diseñar un plan para dejar de fumar es muy importante analizar en primer lugar las pautas actuales de comportamiento del paciente y sobre todo los motivos que le impulsan a dejar el tabaco. Sólo así se podrá elegir la estrategia más adecuada ya que no existe un sistema idóneo para dejar de fumar. Tratamientos que para determinadas personas pueden ser de gran ayuda para otras pueden no resultar efectivos.
Al dejar de fumar se pueden experimentar algunos síntomas iniciales de abstinencia a la nicotina tales como: frustración, mal humor, mareo, falta de concentración, algunas alteraciones del sueño y aumento del apetito.
Los primeros días son los peores porque su organismo debe acostumbrarse a funcionar sin nicotina. Por eso no es fácil, pero en esos momentos se tratará de hacer un seguimiento más cercano, consultándoles sus dudas, animándoles y motivándoles.
Componentes del tabaco
Existen más de 4000 sustancias descritas en el humo del tabaco. La más importante es la nicotina. Su proporción en hoja es de un 0,8 a un 12%. Los demás alcaloides están en mucha menor concentración.
Los otros componentes existentes en el tabaco son: Alquitranes. Irritantes. CO (monóxido de carbono). Cianuro de hidrógeno. Metales pesados. Alquitranes:
Son sustancias cancerígenas que provocan la génesis de neoplasias malignas y enfermedades respiratorias.
Hidrocarburos policíclicos. Aza-arenos. Nitrosaminas. Aminas aromáticas. Aldehídos.
Irritantes: Inhiben la actividad del endotelio bronquial y la fagocitosis de macrófagos. También son co-cancerígenos: Óxidos nitrados. Formaldehído. Aonico. Acroleina. Fenoles. Piridinas. La Nicotina
Es un alcaloide líquido, siruposo, de sabor picante e incoloro excepto en contacto con el aire que adquiere color marrón. Se absorbe con gran facilidad a través de la piel, mucosas y sobre todo en medio alcalino. A baja concentración estimula el SNC y vegetativo pero al aumentar actúa como el curare provocando parálisis.
La nicotina del humo se absorbe mal por mucosa oral pero muy bien por bronquial. Se produce un aumento de noradrenalina, adrenalina, ácidos grasos libres de lactato y glicerol. También aumenta el LDL y se reduce el HDL, aumenta la prolactina, cortisol, vasopresina.
A nivel del SNC atraviesa la barrera hematoencefálica, así con bajas dosis ejerce potentes efectos estimulantes, pero a altas dosis puede acabar produciendo parada respiratoria. Puede aumentar la frecuencia cardíaca aumentándose así la presión arterial.
A nivel gastrointestinal ejerce estimulación simpática, con lo que aumenta el peristaltismo pudiendo producir diarreas, náuseas, y vómitos.
– Alquitranes
Se encuentran en el humo y la mayoría son cancerígenos. Son sustancias pegajosas que se condensan y se acumulan en los pulmones. En ellos se encuentran los hidrocarburos policíclicos, como el benzopireno. La proporción cancerígena se ve aumentada con el alcohol y la frecuencia de fumar.
– Monóxido de carbono
Contiene un 3%, pero sus consecuencias dependen mucho del hábito de aspirar el humo, que es muy diferente en cada fumador. La concentración de carboxihemoglobina en fumadores es del 2,5% comparada con 0,4% de los no fumadores, por lo que su predisposición a angina es mucho mayor así como a lesiones ateromatosas y enfermedad vascular.
– Sustancias irritantes
Son numerosas sustancias como: óxido de nitrógeno, formaldehído, acroleina (tos fumador), cetonas, fenoles y piridinas. Inhiben la actividad ciliar y la fagocítica de los macrófagos.
– Cianuro de Hidrógeno
Es irritante para la mucosa ciliar generando lesiones respiratorias.
Enfermedades de riesgo asociadas al tabaco
El tabaquismo está considerado como un problema de salud, ya que representa la principal causa de muerte evitable de los países desarrollados y empieza a ser una amenaza para los países en vía de desarrollo.
Las causas más significativas de las muertes más atribuibles al tabaquismo son:
- Cáncer y tumores
- Enfermedades respiratorias crónicas
- Enfermedades vasculares
– Cáncer:
De los múltiples factores de la aparición de un cáncer, el hábito tabáquico es uno de los más importantes en su globalidad y es el factor más importante en el cáncer de pulmón. El riesgo del fumador a este tipo de cáncer es proporcional al número de cigarrillos diarios, al tiempo de duración del hábito y al grado de inhalación del humo. Cada vez más afecta también a mujeres y aunque en menor medida también a los fumadores de pipa y cigarros (puros).
Respecto al cáncer de laringe, cáncer de la cavidad oral y cáncer de esófago, el hábito de fumar constituye también su principal agente causal, siendo el incremento del riesgo proporcional al grado de exposición al factor.
– Enfermedades respiratorias crónicas
El consumo de cigarrillos es la causa principal de neumopatías obstructivas crónicas (EPOC), es decir bronquitis crónica y enfisema.
A los pocos años de inicio del hábito, los fumadores ya presentan una alteración funcional de las vías respiratorias pequeñas, que en una primera etapa es subclínica pero que empeora a medida que transcurre el tiempo de adicción.
En estrecha relación con el aparato respiratorio, podemos destacar los efectos negativos del consumo de cigarrillos sobre la esfera otorrinolaringológica (faringitis, sinusitis, obs trucción nasal y trastornos olfatorios).
– Riesgo cardiovascular
El hábito tabáquico constituye la causa principal de enfermedad coronaria, tanto en el hombre como en la mujer, de los países desarrollados. Existe una relación dosis-respuesta entre el riesgo de padecer una cardiopatía coronaria (CC) y el consumo de cigarrillos, los fumadores de cigarrillos presentan un riesgo coronario dos veces superior al de los no fumadores.
El hábito tabáquico además de ser el principal factor de riesgo coronario actúa sinérgicamente con otros factores, tales
como hipercolesterolemia, hipertensión arterial y diabetes mellitus, tanto en el hombre como en la mujer, con el agravante de si la mujer está en tratamiento concomitante con anticonceptivos orales, el riesgo coronario es diez veces superior.
La muerte súbita puede ser la primera manifestación de la cardiopatía coronaria.La mitad de las muertes por este motivo en individuos de menos de 45 años son por el tabaco.
Consecuencias médicas del hábito de fumar
Los síntomas asociados que conviven con el fumador son:
- Astenia y Anorexia: principalmente sensación de plenitud gástrica y falta de hambre.
- Disnea.
- Sensaciones vertiginosas.
- Embotamiento cerebral.
- Fatiga.
- Interferencia: alteración de la agudeza visual, del contexto temporo-espacial y alteración de la coordinación general.
- Cefaleas.
- Tos seca, productiva, impulsiva.
- Toillete matinal bronquial: expectoración matutina de intensidad media mucosa y/o mucopurulenta.
- Disminución de la libido.
- Impotencia (en casos muy concretos).
- Despertares desplacenteros.
- Coloración amarillenta de los dientes.
- Gingivitis y atrofia gingival (piorrea).
- Dolor torácico difuso.
- Pinchado precordial.
- Bronquitis estacionales.
- Problemas con la tensión arterial.
- Impotencia y disminución de la fertilidad.
Diagnóstico de la fase del fumador
Distintos estudios realizados en EEUU y Europa han demostrado que cerca del 70% de los fumadores han deseado, en algún momento, abandonar el hábito y sólo un 10% de los que lo intentan lo consigue sin ningún tipo de ayuda.
La mayoría de los fumadores aunque deseen dejar de fumar no se encuentran en situación de tomar esta decisión de inmediato.
Estadios del proceso de abandono del tabaco
Contempla 5 fases diferentes. Dependiendo de la intención o no a dejar de fumar.
1. Fase de precontemplación: no tienen intención de dejarlo durante los próximos 6 meses.
Estas personas necesitan un enfoque informativo para avanzar hacia la fase contemplativa ya que no están debidamente informados y en algunos casos no quieren oir hablar de ningún consejo para dejarlo, sobreestiman más los placeres de fumar (pros) que los perjuicios sobre su salud (contras), por lo que se les debe informar de la posibilidad que existe de encontrar asesoramiento y ayuda en la farmacia, si algún día cambian de opinión.
Se encuentran en esta fase el 50% de los fumadores.
2. Fase de contemplación: están pensando cambiar su actitud en los próximos 6 meses. Han intentado dejar de fumar sin éxito en varias ocasiones.
En muchos casos la intención de dejar de fumar ha desaparecido y únicamente piensan en dejar de fumar algún día. En estos casos habrá que incitarles a cambiar su actitud pasiva por otra más activa, aconsejándoles retrasar el primer cigarrillo de la mañana, que reduzcan el número de cigarrillos al día, intentar no fumar nada solamente por un día…., en definitiva, encauzarlos hacia la fase de preparación aconsejándoles, motivándoles, poniendo énfasis sobre los beneficios de abandonar el hábito y asesorándoles sobre cómo hacerlo.
Son aproximadamente el 35% de los fumadores.
3. Fase de preparación: están intentando cambiar el hábito en el próximo mes y lo han intentado previamente en el último año.
Se les debe ayudar ofreciéndoles información sobre el proceso para dejar de fumar, explicando de forma sencilla cuales pueden ser los pasos a seguir, ofreciendo instrumentos y trucos para el abandono, qué es y cómo se puede atenuar el síndrome de abstinencia nicotínica y previniendo sobre los motivos más frecuentes de recaída y la forma de evitarla. Mediante las ventajas de la cesación y de las posibilidades de tratamiento, deberemos ser capaces de fijar el día de comienzo del abandono del tabaco.
Se encuentran en esta fase el 15%.
4. Fase de acción: han dejado de fumar, este período se alarga durante los próximos 6 meses.
Mantendremos el control y seguimiento de los ex-fumadores, identificando situaciones de riesgo, evitando las recaídas y tratándolas debidamente cuando ocurran. En esta fase tendremos que concertar visitas de seguimiento (1º, 3º y 6º mes).
En el caso de que sigan un tratamiento de sustitución con nicotina, podemos explicarles cuales son las contraindicaciones, los efectos adversos, las técnicas de utilización, el patrón de dosificación más adecuado y las interacciones con otros fármacos.
Fase de Precontemplación
5. Fase de mantenimiento: el sujeto ha permanecido sin fumar durante más de 6 meses.
Tiene un estilo de vida más saludable modificando su entorno y sus vivencias a fin de prevenir las recaídas. Concertar otra visita al año.
6. Fase de finalización: se alcanza después de 5 años sin fumar.
Las principales causas de recaídas son:
- Incremento de peso.
- Ansiedad.
- Deseo compulsivo de fumar ("craving").
Por esto se recomendará disminuir en lo posible la ingesta calórica, sin llegar a plantear una dieta estricta, e incrementar la práctica de ejercicio físico. La ansiedad puede ser disminuida con algunas terapias psicológicas básicas y en parte con la terapia sustitutiva con nicotina. Hay casos más graves que requieren crear equipos multidisciplinares de profesionales sanitarios.
Otro factor que influye en el éxito del tratamiento a fumadores, aparte de la motivación, es conocer la dependencia a la nicotina. Para ello se dispone del test de FAGERSTRÖM*, si el fumador presenta un grado de dependencia bajo, moderado o alto a la nicotina, se ha demostrado seguro y eficaz el tratamiento con terapia sustitutiva con nicotina.
Prevención del tabaquismo
Dejar de fumar, principal objetivo del control del tabaquismo y de la promoción de la salud, implica romper con un hábito adictivo físico y con la modificación de un comportamiento aprendido.
Preparación:
- Piensa por qué fumas cada vez que enciendes un cigarrillo, e infórmate sobre el tabaco.
- Busca tus motivos para dejar de fumar, y escribe una lista. Cuando un fumador sabe porqué fuma y que situaciones le inducen a consumir cigarrillos podrá adoptar actitudes que le alejen del consumo de tabaco.
- Habla con los distintos profesionales, discutir sobre medicamentos y estrategias para enfrentarse a los deseos de fumar maximiza las probabilidades de conseguir dejarlo.
Test de Fagerstrom:
1. ¿Cuánto tiempo después de despertarse fuma el primer cigarrillo del día?
- En 5 minutos o menos 3 puntos
- En 6-30 minutos 2 puntos
- En 31-60 minutos 1 punto
- Después de 60 minutos 0 puntos
2. ¿Tiene dificultad para abstenerse de fumar en lugares donde esta prohibido?
- Sí 1 punto
- No 0 puntos
3. ¿A qué cigarrillo le costaría más renunciar?
- Al primero de la mañana 1 punto
- A cualquiera de los demás 0 puntos
4. ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
- 10 ó menos 0 puntos
- 11-20 1 punto
- 21-30 2 puntos
- 31 ó más 3 puntos
5. ¿Fuma con más frecuencia durante las primeras horas después de despertarse que durante el resto del día?
- Sí 1 punto
- No 0 puntos
6. ¿Fuma aunque esté tan enfermo que haya de pasar la mayor parte del día en la cama?
- Sí 1 punto
- No 0 puntos
Valoración:
- de 0 – 3 puntos, dependencia baja
- de 4 – 7 puntos, dependencia moderada
- más de 7, dependencia alta
- Evita las situaciones que asocias con fumar y elige ambientes sin humo.
- Decide el día que vas a dejar de fumar y, si lo crees oportuno, díselo a tus familiares.
- No trates de dejar el cigarrillo cuando estés bajo mucho estrés o cerca de un día festivo.
- Deshazte de todo el tabaco y artículos del fumador limpiando toda la ropa y el coche antes de la fecha en la que has decidido dejar de fumar.
- No te pongas a régimen hasta que hayas conseguido dejar de fumar completamente.
- Sé consciente de que los fumadores tienen diferentes experiencias cuando dejan de fumar, se pueden sentir somnolientos o muy excitados, mareados, nerviosos o irritables, o pueden ansiar el tabaco o dulces, o tener dolor de cabeza.
- Si tienes hijos, sé consciente del ejemplo que les dará.
Beneficios de dejar de fumar
- Mejora de la salud.
- Mejora del sentido del olfato y del gusto.
- Ahorro de dinero.
- Mejora auto-estima.
- Ambiente más saludable y limpio en casa y en el coche.
- Menores niveles de estrés. Se producen una vez transcurridas varias semanas después de haber dejado de fumar.
- Las personas que dejan de fumar pueden ser un buen ejemplo para sus hijos, pueden tener bebés y niños más sanos.
- No tienen que preocuparse por exponer a otros al humo ambiental del tabaco.
- Se sienten mejor físicamente y se sienten liberados de esa adicción.
- Desintoxicación de la piel.
Plan de acción, qué hacer el primer día
Levántate un poco antes y haz ejercicio físico: bebe zumo y agua. Debes estar lo más activo posible durante todo el día, de manera que tus manos y boca estén ocupadas. Decídete a no fumar, aunque sólo sea el día de hoy.
– ¿Cómo mantenerse sin fumar?
Practica alguna actividad física o en su defecto realiza una buena caminata, es una excelente manera de reducir el estrés de dejar el cigarrillo. El ejercicio ayuda a sentirse mejor, a mejorar el humor y a mantenerse delgado.
Relee tu lista de motivos para dejar de fumar. Duerme lo suficiente, aliméntate de manera equilibrada con una dieta rica en frutas y verduras y bebe una gran cantidad de agua. Si sientes un deseo muy fuerte de fumar, no te preocupes, relájate, respira profundamente y concéntrate en lo que estás haciendo.
También puedes consultar a los profesionales sanitarios. No cedas ni por un sólo cigarrillo. Recuerda que el deseo de fumar disminuye después de la segunda o tercera semana. Felicítate por cada día que pasa sin fumar.
Pide ayuda a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Tener a alguien con quien salir a caminar o simplemente con quien hablar puede servir de aliciente.
– ¿Qué pasa con los fumadores que dejan el cigarrillo y vuelven a fumar una y otra vez?
La mayoría de los fumadores necesitan practicar varias veces dejar el cigarrillo hasta que lo hacen para siempre.
El mejor consejo es seguir intentándolo. La práctica ayuda a los fumadores a planificar lo que harán la próxima vez que sienten necesidad de fumar.
Dejar de fumar puede parecer prácticamente imposible, pero se puede hacer. ¡ No te des por vencido !
– ¿Qué dicen los ex-fumadores sobre los beneficios de dejar el cigarrillo?
Las personas que dejan de fumar están orgullosas de sí mismas por haberse librado de la adicción. Al dejar de fumar, los fumadores obtienen muchos beneficios de salud. Reducen el riesgo de contraer enfermedades pulmonares o cáncer, y de sufrir un ataque cardíaco.
Los ex-fumadores están felices de haberse deshecho de las manchas de cigarrillo en los dedos, de la tos del fumador y del olor del humo del cigarrillo en la ropa. Otros efectos secundarios agradables de dejar el cigarrillo son un mejor sentido del gusto y del olfato.
– ¿Cómo se puede evitar el exceso de peso al dejar de fumar?
- Evita picar entre comidas.
- Limitar el consumo de grasas.
- Consumir preferentemente glúcidos complejos, evitando los simples, presentes en cremas, helados, pastelería, etc.
- Beber de 1 a 2 litros de agua preferentemente entre las comidas.
- Comer lentamente.
- Reducir el consumo de excitantes (café, alcohol).
- Consumir cítricos en abundancia.
– ¿En qué consisten los métodos psicoterapéuticos?
Tienen como finalidad reforzar la motivación, que con el paso del tiempo se va debilitando. Entre ellos se encuentran:
1. El plan de cinco días.
Es una terapia de grupo que se hace en cinco sesiones consecutivas en las que se reunen un grupo de fumadores con médicos y psicólogos.
Éstos explican primeramente los peligros del tabaco y posteriormente dan una serie de consejos sobre dietética, ejercicio, como evitar situaciones tentadoras, etc.
Actualmente se practica una modificación de este plan que consiste en ocho sesiones repartidas en tres semanas, en las que se otorgan diversas recompensas a los fumadores que van logrando superar el tiempo sin fumar.
2. Terapias de aversión.
Como el fumador asocia el tabaco con una sensación placentera, estas terapias tienen como fin romper esta relación.
Con este fin se emplean dos técnicas: fumar rápido y fumar a saturación.
La primera técnica hace que el fumador fume rápidamente una fumada cada 10 segundos durante toda la sesión hasta la náusea; el número de cigarrillos por sesión y el número de sesiones se particularizan según las características de cada individuo.
En la segunda técnica se pide al fumador que doble o triplique la cantidad de cigarrillos que habitualmente consume, aunque sin aumentar la velocidad.
3. Método Salami.
Este método tiene la particularidad de que puede practicarlo el paciente por su cuenta.
Consiste en ir disminuyendo progresivamente el consumo de cigarrillos diarios hasta el abandono total.
Se hace a lo largo de 9 semanas mediante el siguiente esquema, que debe ser rigurosamente cumplido:
- Primera semana
- Fumar solo cigarrillos con filtro.
- Comprar solo un paquete cada vez.
- No aceptar cigarrillos ofrecidos por otras personas.
- Segunda semana:
- No fumar hasta después del desayuno.
- Cambiar de marca de cigarrillos cada vez que se compra un paquete.
- Apartar todos los días los ahorros conseguidos a costa del tabaco.
- Tercera semana:
- No fumar en la calle.
- No fumar en la cama.
- Vaciar el cenicero después de cada cigarrillo.
- Cuarta semana:
- Dejar el cigarrillo después de cada inhalación.
- No llevar el tabaco encima, de manera que cada vez que se quiera un cigarrillo habrá que ir a por él.
- No llevar ni mechero ni cerillas.
- Esperar el tiempo de tres respiraciones antes de encender un cigarrillo.
- Quinta semana:
- No fumar en el coche.
- Esperar tres minutos antes de encender el cigarrillo.
- No fumar antes de las comidas, ni haciendo trabajos manuales.
- Sexta semana:
- Fumar solo la mitad del cigarrillo.
- Esperar cinco y después diez minutos antes de encender el cigarrillo.
- Séptima semana:
- No fumar después de la comida y dedicarse este periodo de tiempo a hacer algo.
- Apagar el cigarrillo después de cada inhalación y volverlo a encender.
- En sociedad fumar solo un cigarrillo por hora.
- Octava semana:
- Inhalar el humo una vez de cada dos.
- Fumar en sitios determinados, pero nunca en un sillón o butaca.
- No hacer otra cosa mientras se fuma (ver televisión, leer,…).
- Novena semana:
- No inhalar totalmente el humo.
- Fumar solo al final del día.
Tratamiento de deshabituación del tabaco
1. Terapia Sustitutiva con Nicotina
Consiste en la administración de esta sustancia por una vía distinta a la del consumo de cigarrillos, en una cantidad suficiente para evitar los síntomas del síndrome de abstinencia, pero insuficiente para causar dependencia.
1.1 Goma de mascar
Es un complejo resinoso de nicotina en forma de chicle. Puede contener 2 o 4 mg de nicotina.
Al masticar se libera la nicotina, gracias al pH alcalino salivar, absorbiéndose por la mucosa orofaringea llega a la sangre y de ahl se estimulan los receptores nicotínicos y disminuye el síndrome de abstinencia. Su administración puede realizarse a demanda o bien de forma pautada (más recomendable). Existen dos presentaciones:
a) Chicles de 4 mg cada 1-1,5 h (Nicorette®, Nicomax®, Nicotinell®) Con alta o moderada dependencia nicótica.
b) Chicles de 2 mg cada 1,5-2 h (Nicorette®, Nicotinell® Nicomax® En fumadores con baja dependencia nicótica.
Tiempo de utilización: nunca inferior a 8 semanas; en ocasiones más de 12; con alta dependencia física, prolongar el tratamiento hasta 6 meses. La dosis máxima al dla es de 60 mg. En la fase inicial no superar los 30 mg/dla (15 chicles de 2 mg).
Correcta forma de uso: masticar hasta sentir un fuerte sabor a nicotina en la boca, parar para que la nicotina se absorba por la mucosa bucal y no se degluta. Cuando desaparezca el sabor, volver a masticar hasta que vuelva el sabor y nuevamente detener la masticación. Cada chicle libera nicotina durante aproximadamente 30 minutos.
Efectos secundarios: pueden producir alteraciones de la mucosa oral y/o los dientes, dolor en la articulación temporomandibular, halitosis, sequedad de labios, irritación de la garganta, hipo, flatulencia, dispepsia, náuseas, aumento de salivación, cefalea, insomnio, irritabilidad y palpitaciones. Estas manifestaciones son habitualmente leves y transitorias.
1.2. Parches de nicotina
Es un dispositivo transdérmico cargado de nicotina. Se obtienen niveles estables de droga en plasma.
Hay que ponerlo todos los días al levantarse en cualquier zona de la piel (limpia, seca, sin pelo y sin heridas). Se retira al acostarse (parche de 16h), o al dla siguiente (de 24h).
Recomendado para fumadores con baja y moderada dependencia nicotínica.
a) Parches de 24 horas de aplicación: 10, 20, 30 mg. (Nicotinell®,Nicodisc®).. b) Parches de 16 horas de aplicación: 5, 10, 15 mg. (Nicorette®, Nicomax®)..
Efectos secundarios: los más frecuentes son debidos a la reacción en el punto de aplicación. Cuando se han combinado con el consumo simultáneo de cigarrillos se han provocado en ocasiones efectos sistémicos como sudoración, parestesias y palpitaciones.
1.3 Spray nasal de nicotina
Consiste en un dispositivo de administración intranasal cargado con una solución isotónica acuosa y que contiene nicotina a una concentración de 10mg/ml. Se administrará una
instilacion en cada una de las fosas nasales, proporcionándose así 1mg de nicotina (0,5 mg por cada instilacion) (Nicotrol®).
Recomendaciones: en fumadores con alta dependencia física por la nicotina, altos niveles de nicotina salivar y alta motivación para dejar de fumar.
Efectos adversos: aparecen siempre, son locales, como rinitis, conjuntivitis y estornudos, y duran entre 5-8 días. El paciente debe estar preparado para afrontarlos.
Se utilizará a dosis de 1-3mg/h mientras ei sujeto esté despierto, sin pasar de una dosis total superior a 5mg/h o 40mg/día. Se recomendará su uso entre 3-6 meses, disminuyendo progresivamente la dosis a partir del tercer mes. Contraindicado, además de en el caso de contraindicación general del uso de nicotina, en enfermedades graves de las fosas nasales.
1.4. Inhalador bucal de nicotina
No disponible en nuestro país.
Es un instrumento capaz de saturar de nicotina el aire antes de ser inhalado. Su mecanismo de acción se basa en que la nicotina puede ser absorbida a través de cigarrillos que no producen humo. Indicado en fumadores con un importante componente de actividad boca-mano en el habito de fumar, es decir que necesitan tener algo en la boca o en las manos.
Efectos secundarios: irritación faríngea y tos, que persistirán mientras se esté utilizando el inhalador, constituyendo ésta la principal limitación. En fumadores con alta dependencia, la utilización de terapia combinada: parche más chicle o spray en momentos puntuales, también se ha mostrado eficaz.
Tratamientos alternativos
– Tratamiento homeopático
Para la deshabituación del fumador se suele emplear el remedio «tabacum» a distintas diluciones, y en ocasiones, se complementa con "opium".
Se empieza tomando glóbulos o gránulos de diluciones bajas, para ir aumentando a diluciones más alta:
- Diluciones bajas: 5 CH, de 3-5 gránulos por toma y tantas veces como se desee. Usarlo cuando sobrevenga el deseo de fumar y también como sustitutivo del cigarro .
- Diluciones crecientes: de la 5 CH a la 30 CH (5, 7, 9, 15, 24, 30 CH) administradas semanalmente con el fin de ir antidotando el hábito psico-fisico adquirido..
Otra combinación empleada es "tabacum" rubio o negro (en función de la marca que se fuma) más "nicotiana tabacum".
También se ha empleado el remedio plantago a la 1 DH, a fin de provocar la repugnancia por el tabaco en los fumadores intoxicados.
Estos remedios, pueden ocasionar inicialmente mareos, náuseas, sudores fríos y lipotimias. Para todo ello existen remedios complementarios que palian dichos efectos secundarios, así como algunos antídotos del tabaco (gelsemium, nux vomica, caladium)
– Tratamiento fitoterápico
La raíz de valeriana es útil en las curas de desintoxicación del tabaco, pues evita el nerviosismo y las angustias causadas por el deshabituamiento, a la vez que da un desagradable sabor al tabaco.
– Coadyuvantes
Las pipas mentoladas se pueden emplear como tratamiento coadyuvante.
Embarazo y tabaquismo
La mujer que fuma durante el embarazo, está expuesta a distintas complicaciones, además de las propias por ser fumadora.
Los efectos del tabaco sobre el curso del embarazo son:
- Reducir de forma global la fertilidad, con un evidente retraso del primer embarazo.
- Mayor riesgo de aborto espontáneo, de placenta previa y desprendimiento precoz de la placenta.
- Hemorragias durante el embarazo y rotura precoz de membranas.
- Aumento de la posibilidad de edemas cíclicos y edemas del embarazo, debido a la accion antidiurética de la nicotina.
Efectos directos del tabaco sobre el feto
Por término medio los hijos de madres fumadoras durante la gestación (por encima de 10-15 cigarrillos diarios) pesan al nacer un 10-15% menos del peso optimo deseado. Además, sufren una disminución en la longitud corporal y en la circunferencia craneal.
Este efecto, que puede parecer tan insignificativo y que muchas mujeres lo podrían encontrar como ventaja, puede ser consecuencia de una disminución de sangre a la placenta que induce en el feto un déficit de oxigeno.
Fuente: "Deshabituación del tabaco desde la farmacia"
Autores:
- Asensi Serrano, Rosa. Farmacéutica Comunitaria.
- Blanco Serrano, Nuria. Farmacéutica Comunitaria.
- Clavería Cintora, Isabel. Farmacéutica Comunitaria.
- Lafoz Guillén, Ana. Farmacéutica Comunitaria.
- Muniesa Faci Pilar. Farmacéutica Comunitaria.
- González Muniesa, Mercedes. Farmacéutica Comunitaria.
- García Jiménez, Emilio J. Farmacéutico COFZ.
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza