Varicela Tratamiento de varicela
Una medida importante es el aislamiento del paciente (de las personas que no han pasado la enfermedad o que no están protegidas frente a ella) durante el periodo en que es contagioso, es decir, desde 48 horas antes de la aparición del exantema cutáneo (erupción de granos y vesículas) hasta la aparición de las costras.
El tratamiento depende de las características del paciente, como la edad. En ocasiones no es necesario utilizar medicamento alguno, en otras ocasiones está indicado utilizar medicamentos de forma sintomática (controlar la fiebre, el picor, etc). El tratamiento con ácido acetil salicílico (Aspirina…) para bajar la fiebre, por ejemplo, está contraindicado por el riesgo de aparición del síndrome de Reye. Existen otros medicamentos cuyo uso tampoco se recomienda en estos casos.
Por ello, el tratamiento, en todos los casos será prescrito y controlado por un médico.
En el caso de personas que tienen un alto riesgo de complicaciones graves por la varicela a veces los médicos recetan medicamentos para reducir la duración de la infección y para ayudar a reducir el riesgo de complicaciones. Si el paciente pertenece a algún grupo de riesgo se pueden prescribir antivirales como el aciclovir u otros productos. La administración de estos productos antes de la aparición de la erupción aumenta su eficacia.
Existe una vacuna contra la varicela que tiene una eficacia bastante aceptable.
En algunos casos el médico puede recomendar administrar la vacuna contra la varicela después de la exposición al virus, cuando aún no hayan pasado más de 3 días desde el contacto.
Esto puede prevenir la enfermedad o reducir su gravedad. Si se desarrollan complicaciones, el médico determinará el tratamiento adecuado.
En infecciones de la piel o en una neumonía puede estar indicado el tratamiento antibiótico. En la encefalitis puede estar indicado el tratamiento antivírico.
Existe una inmunoglobulina contra la varicela que se utiliza en pacientes de riesgo que no pueden recibir la vacuna.