Varices Factores hereditarios
Las varices reciben el nombre de insuficiencia venosa crónica. Se trata de dilataciones de las venas superficiales en las piernas que al perder su funcionalidad repercuten en un aumento de su tamaño y en la disminución de la velocidad de circulación.
Ello incrementa la presión venosa en la parte más distal de pierna, pie y tobillo.
El factor hereditario, es uno de los principales desencadenantes de las varices, también influyen otros aspectos del modo de vida: personas que están mucho tiempo de pie o mucho tiempo sentadas, embarazos o problemas de estreñimiento, entre otros.
Las varices se han relacionado con el sexo femenino. La razón es que en épocas anteriores las mujeres se dedicaban más a las tareas domésticas mientras que los hombres trabajaban en el campo y tenían una mayor actividad física.
Los embarazos producen grandes compresiones de las venas de la pelvis, los zapatos muy altos, así como las ropas muy ajustadas impiden el retorno de la sangre hacia el corazón.
Las varices se pueden clasificar en asintomáticas, de síntomas moderados y de síntomas graves.
En el primer grupo se hallan las que no presentan ningún síntoma y que sólo constituyen un problema estético para quien las padece. En esta categoría entran las varices pequeñas y las medianas.
Las principales consecuencias suelen ser pesadez, calambre y tensión cutánea.
Estas molestias aumentan a lo largo del día y sobre todo cuando hace calor. Y los síntomas graves son los que se producen cuando se complican las varices.
Los síntomas graves son los que se producen cuando se complican las varices.
Puede aparecer una varicorragia, es decir, la rotura de una variz y la consiguiente hemorragia; también puede producir una varicoflebitis o varicotrombosis, que no es más que la trombosis de una variz.
En este caso el paciente puede padecer igualmente una úlcera venosa que, es el mayor problema que puede surgir por las varices.