“El anisakis es un parásito con forma de gusano que se encuentra en los pescados marinos. Una vez que el niño entra en contacto con este parásito, por la ingesta de pescado crudo o sin congelar, la alergia a anisakis puede producirle muchos síntomas como urticaria, vómitos, diarrea o lesiones típicas de la alergia, como las ronchas por todo el cuerpo, inflamación de los párpados y/o de los labios.”, explicó la Dra. Cristina Ortega Casanueva, miembro de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica y responsable de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del hospital QuironSalud San José.

Por otro lado, la Dra. Ortega subrayó que “el anisakis no suele estar en los pescados de río aunque si estos peces entran en contacto con restos a larvas de anisakis, pueden llegar a tener el parásito”. Y añadió: “Esto podría suceder en las desembocaduras de los ríos aunque no suele ser lo habitual”.

¿Cómo prevenir la alergia a anisakis en niños?

La pediatra alergóloga dejó claro que “para prevenir que los niños tengan contacto con el anisakis y poder eliminar las larvas, debemos congelar el pescado a -20ºC, un mínimo de 24 horas, aunque lo adecuado son 72 horas”. También comentó que si no existe la posibilidad de congelar el pescado porque nos lo ofrecen fresco “deberemos cocinarlo a más de 60ºC. De la misma forma, los salazones también pueden evitar que el pescado esté infectado con anisakis”.

La doctora explicó que si, a pesar de la prevención, al niño se le diagnostica con alergia a anisakis, “tendrá una dieta exenta de pescado, durante un tiempo. Posteriormente, se intentará que tome el pescado congelado. Nunca crudo ni tampoco en lata”.