El tabaco, el alcohol y el sobrepeso, factores de riesgo de un segundo cáncer de mama
Se sabe que una mujer que haya superado un cáncer de mama tiene un riesgo más alto de desarrollar un segundo tumor que el resto de la población femenina. Pero poco se conoce sobre los factores relacionados con su estilo de vida. Ahora, un nuevo estudio revela que ser obesa, fumar y beber alcohol puede aumentar significativamente las probabilidades de recaída.
“Descubrimos que las mujeres obesas (con un índice de masa corporal a partir de los 30 kilogramos por metro cuadrado) tenían un 50% más de riesgo”, afirman los autores de la investigación, publicada en ‘Journal of Clinical Oncology’, quienes también observaron que “aquellas que consumían al menos una bebida alcohólica al día tenían un 90% más de probabilidades y si eran fumadoras un 120%”.
Según explican los investigadores, tanto la obesidad como el alcohol producen un aumento de los niveles de estrógenos circulantes y estos están relacionados con el cáncer de mama. Por su parte, el humo del tabaco contiene sustancias cancerígenas y, al parecer, las toxinas que se liberan mientras se inhala se almacenan en los tejidos grasos del pecho, lo que aumenta las probabilidades de sufrir la enfermedad.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson (Estados Unidos) ha realizado un estudio basado en 1.091 mujeres. “Nuestro objetivo era conocer más sobre los factores de riesgo que pueden modificarse e intentar prevenir así la enfermedad”, comentan los expertos.
Del total de las participantes, 365 fumaban, consumían como mínimo una bebida alcohólica al día y tenían un índice de masa corporal por encima de 30. Además, habían sido diagnosticadas del primer cáncer de mama y de la recaída. “Registramos los datos sobre obesidad, alcohol y tabaco y los comparamos con los de 726 mujeres diagnosticadas sólo una vez con este tipo de tumor”.
Aún son necesarios más estudios
Ante tales resultados, Jennifer Ligibel, del Instituto de Cáncer Dana-Farber y del Colegio Médico de Harvard (Boston, EEUU), dedica un editorial en la misma publicación. En primer lugar, destaca el trabajo realizado con el grupo científico, especialmente porque “son pocos los trabajos que han analizado hasta el momento los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida potencialmente modificables” y los que lo han hecho contaban con una muestra pequeña de participantes.
Muchos de estos estudios previos también señalaban el alcohol, la obesidad y el tabaco como claros factores de riesgo, sin embargo, algunos no alcanzaban las mismas conclusiones. Al hilo de esta disparidad, la autora del editorial se plantea una cuestión: “¿Los nuevos resultados demuestran que debería aconsejarse a las mujeres que pierdan peso, eviten el alcohol y el tabaco después de haber pasado por un cáncer de mama para reducir el riesgo de una recaída?”.
Como medida de precaución, la experta señala un elemento condicionante. “Dado el escaso uso de la terapia hormonal entre las pacientes diagnosticadas del primer tumor, es razonable preguntarse si la relación con el peso y el consumo habitual de alcohol se mantendría”.
“Ya solamente con el tratamiento hormonal (Tamoxifeno o bien con inhibidores de aromatasa) disminuye el porcentaje de recidiva del cáncer de mama”, subraya Juan Carlos Toral Peña, jefe del servicio de Oncología del Hospital de Torrevieja (Alicante).
De momento, Jennifer Ligibel apuesta por esperar futuras investigaciones de las que se puedan extraer conclusiones definitivas. Y en esta misma línea se encuentra el doctor Toral Peña, quien explica que “mientras no se comprueben estos datos en una población más homogénea, sería arriesgado recomendar a todas las pacientes con cáncer no consumir nada de alcohol, cuando hay estudios que demuestran que el consumo en bajas dosis puede prevenir riesgos cardiovasculares”.
Como norma general, “aunque los factores de riesgo son múltiples, entre ellos, también existe una predisposición genética, los métodos de vida saludable pueden prevenir la aparición de esta enfermedad: evitar la ingesta calórica excesiva, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a las radiaciones ionizantes y cumplir con los programas de ‘screening’ existentes para el cáncer de mama”, recomienda Blanca Cantos Sánchez de Ibargüen, de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid).