Los españoles beben y fuman menos pero encabezan el consumo mundial de cocaina

Hemos conseguido pequeñas victorias en la lucha contra las drogas». Son palabras del ministro de Sanidad, Bernat Soria, para resumir los resultados de la encuesta domiciliaria sobre alcohol y drogas en España (2007-2008), esta vez con más luces que sombras.

Los españoles de entre 15 y 64 años fuman y beben menos que hace una década (se reflejan las tasas más bajas desde 1997); desciende asimismo el consumo de cannabis, mientras que la cocaína se estabiliza en un tres por ciento de consumidores, lo que nos sitúa de nuevo a la cabeza mundial.

La heroína, los alucinógenos y las anfetaminas mantienen cifras muy bajas. Otros parámetros que evidencian las «pequeñas victorias» de Soria son el retraso en la edad de inicio de todas las sustancias, la sensación de la gente de que es más difícil que hace unos años conseguir drogas ilegales y la disminución de los bebedores de riesgo -aquellos que se toman tres güisquis, un litro de cerveza o medio de vino al día-, que han registrado la tasa más baja desde hace diez años.

Una lucha difícil

Las sombras machaconas siguen ahí y buena parte son culpa de la cocaína, que continúa asociada a un supuesto «éxito social» y en consecuencia es más difícil luchar contra ese consumo, tal y como admitió Soria. El 3 por ciento de los más de 23.000 entrevistados reconoce haber esnifado alguna raya en los últimos doce meses, igual que en 2005; en los últimos 30 días un 1,6 por ciento.

Soria apuntó un dato más que llamativo. Una de cada dos personas que tienen que ingresar en un centro de tratamiento para superar una adicción a las drogas es cocainómano. Esos niveles de consumo nos colocan a la cabeza mundial de esnifadores, según el informe mundial sobre drogas 2007, por delante de Estados Unidos, Reino Unido o Italia.

El consumo experimental también ha crecido un punto -un 8 por ciento la han probado alguna vez en su vida-; sin embargo ha disminuido la gente que la prueba y se engancha. El 37,5 por ciento de quienes la probaron alguna vez consumieron después en la última encuesta. En la anterior, la de 2005, esa tasa se disparaba hasta el 42,9 por ciento.

No sólo somos el país que más esnifa, también -y los datos guardan relación- somos el número 1 en incautaciones de esta droga. Cada año en el último lustro se superan las 40 toneladas de cocaína intervenida, principalmente en grandes barcos.