Diarrea del turista
Entre los turistas que viajan de países industrializados a países o regiones en vías de desarrollo se producen anualmente 20 millones de episodios de diarreas.
El mundo puede ser dividido en tres regiones de acuerdo con el riesgo que corren quienes allí viajan (procedentes de países industrializados o de menor riesgo) de adquirir una infección con diarreas.
El éxito de la prevención de las diarreas relacionadas con los viajes y, en general, el turismo (mediante la administración previa de determinados medicamentos, la denominada quimioprofilaxis), ha sido la principal prueba de que son bacterias las responsables del 80% de estas diarreas.
Tres son los principales agentes bacterianos responsables de las diarreas de los turistas:
- Las cepas de Escherichia coli sin capacidad invasiva (E. Coli enterotoxigénica (ETEC) y E. coli enteroagregativa (EAEC)), responsable de aproximadamente el 50% de los casos.
- Las bacterias patógenas con capacidad invasiva, entre las que se encuentran Campylobacter jejuni, Shigella, Salmonella y la Escherichia coli con capacidad invasiva, responsables del 10% al 25% de los casos.
- Bacterias no identificadas deben ser responsables de aproximadamente un 20% de los casos de diarreas, ya que responden a la prevención y al tratamiento con fármacos antibacterianos.
La mayoría de las diarreas del turista se presentan con manifestaciones clínicas similares: diarrea acuosa con dolor abdominal o retortijones de intensidad variable; la fiebre y las heces con sangre son signos infrecuentes (del 1 al 3% de los casos).
Por lo general este tipo de diarrea deja incapacitado al turista, desde el punto de vista de su estado general, aproximadamente durante 1 día.
No obstante, la diarrea puede persistir durante 2 semanas entre el 2% y el 10% de los casos. Alrededor del 10% de los casos desarrollan lo que se reconoce actualmente como el síndrome de intestino irritable tras la diarrea del turista.
Prevención
– Selección cuidadosa de alimentos y bebidas: los alimentos razonablemente seguros son aquellos que se sirven calientes (a temperatura igual o superior a 59º C), los alimentos secos como el pan, los alimentos con elevado contenido en azúcares como la miel, y las frutas que pueden ser peladas.
Los alimentos frecuentemente inseguros incluyen los alimentos húmedos servidos a temperatura ambiente.
– Prevención con medicamentos (quimioprofilaxis)
– Bismuto (subsalicilato): el bismuto posee propiedades antibacterianas y previene el 65% de los casos de diarreas de los turistas cuando se toma una dosis total de 2,1 gramos/día, dividida en 4 dosis iguales en las comidas y al acostarse. El bismuto ennegrece la lengua y las heces, y en algunos casos provoca ruidos de oído (acúfenos), por lo que algunos turistas se resisten a cumplir la pauta prevista.
– Probióticos: el uso de probióticos (cultivos de bacterias vivas que inhiben la potencial colonización del intestino por otras bacterias) ha sido evaluado en la diarrea del turista. En un grupo de turistas con variados destinos internacionales el probiótico Lactobacillus GG ha sido eficaz en la prevención de la diarrea en un 49% de aquellos en los que era de esperar su desarrollo. A pesar de todo, su uso no es actualmente recomendado por su baja eficacia.
– Medicamentos antimicrobianos: En la actualidad, la rifaximina (Xifaxan®), un antibiótico no absorbible por el intestino, derivado de la rifampicina, es recomendado como quimioprofilaxis para aquellos viajeros que no son muy cuidadosos en la selección de los alimentos y de las bebidas de su dieta, y también en aquellos especialmente preocupados porque una infección diarreica les pueda incapacitar durante el viaje. La dosis que ha sido utilizada habitualmente es la de 200 mg. con la comida, una, dos o tres veces al día.
Tratamiento
– Líquidos, dieta y tratamiento sintomático: cuando un viajero previamente sano desarrolla una diarrea debe consumir líquidos y alimentos ricos en sal. La administración de líquidos por vía oral debe ser considerada tanto en los muy jóvenes como en los más viejos y en casos con una diarrea acuosa muy abundante.
Los medicamentos que frenan la secreción de líquidos por la mucosa intestinal y disminuyen la movilidad del intestino, como la loperamida (Fortasec®), disminuye el número de deposiciones, pero no acorta la duración de la enfermedad. La ingestión de alimentos apropiados durante la enfermedad es recomendable ya que acelera la recuperación.
– Medicamentos antimicrobianos: En la actualidad se considera que la rifaximina (Xifaxan®), un antibiótico no absorbible por el intestino (a la dosis de 200 mgrs. 3 veces al día durante 3 días) es tan efectiva como los antibióticos absorbibles o sistémicos en la mayoría de los casos de diarrea del turista.
En Mayo del 2004 la Food and Drug Administration de los EE.UU. (FDA) aprobó la rifaximina para el tratamiento de la diarrea del turista.
En los casos de diarrea con fiebre y/o con heces sanguinolentas se recomienda administrar antibióticos absorbibles como el ciprofloxacino (Baycip®) a la dosis de 500 mgr., 2 veces al día, durante 3 días.
La creciente resistencia bacteriana al ciprofloxacino, especialmente por cepas del Campylobacter, es un problema que puede ser resuelto con otros antibióticos de la familia de la eritromicina, como la azitromicina (Zithromax®), a una dosis inicial de 500 mg, o bien con una de los nuevas fluoroquinolonas como el moxifloxacino (Avelox®) o el gatifloxacino (Zymar®).